viernes, 31 de octubre de 2008

Salomé

¿Y tu cabeza?
¿Dónde está tu cabeza?
Tengo tu corazón en mis manos,
pero ¿y tu cabeza?
Recuerdo haberla cortado.
Hago recuento, de nuevo:
dos pies y un par de brazos,
también, demás miembros
y un estómago que deshecho,
pútrido e infecto
de mierda en potencia
pero, ¿y tu cabeza?
No consigo dar con ella.
Y entre tanta sangre
me doy cuenta
de que miro al techo.
He perdido mi cuerpo.