sábado, 1 de noviembre de 2008

Imagina

Sólo imagina
mis piernas, como tenazas,
alrededor de tu cintura;
mi espalda contra tus labios
deshaciéndose,
estremeciéndose a oscuras.
Y arder entre sábanas
en mitad de la nada,
flotar atados al mundo
con cuerdas ajadas.
Prender la habitación
elevando las ascuas
hasta sentir el dolor
de lo que siempre acaba