Soporte Vital Avanzado

Coloca tu palma en mi vientre,
la otra sujeta suavemente el cuello.

Ahora mi respiración está en tu mano.
Mis suspiros, mi gemir, mi llanto,

mientras las yemas de tus dedos
rozan mi cintura ondeando los pliegues de mi piel, dando apariencia de vida.

Tú

Eres una ventana, una luz encendida
Eres mi aburrimiento, una frontera

Una palabra en mis oídos; un saludo
en mi cabeza, en la barra de un bar

Eres un guante que me coge las manos,
un despertador, aunque ya llegue tarde

Eres una sonrisa. Eres llanto.
Eres mi soledad, mi abrazo

Eres pensar que te acercas; una mirada
furtiva, una postura disimulada

Eres una isla, una península, un continente.
Eres yo. No eres nada.

Madrid

Me atrapas
me arrastras
me llevas y me traes
me tragas
me enganchas
no me dejas salir
me pierdo en tus calles
en tu noche
en tu nombre,
Madrid

Amnesia

Desde que te fuiste he ido dando tumbos
nunca más cuerda,
nunca más culpable.
Me olvidé de recoger la inocencia
que me hacía vulnerable.
Ahora soy dos
y ambas están en ti.

Londres

Ya no iremos juntos a París
ni ando por la calle pensando
a qué sitios llevarte en una isla.

Los placeres de la rutina

Otra vez las mismas luces de las mismas calles
pisar los mismos adoquines detrás de las mismas huellas
¿Quién habló de los [pequeños] placeres de la rutina?
Cuando la vida es droga y el remordimiento es vida
y la adrenalina, juez
que dicta sentencia sobre el bien y el mal
(generalmente es el mal)
¿Y de qué va esto si no de cometer errores
que depierten la conciencia?

Veneno

Mantiene la dosis.

Se deja sentir
serpenteando bajo la piel
fluyendo sin diluirse
volviendo la sangre impía

Y a las vírgenes equivoca
con promesas de recuerdo
ensuciando las conciencias
de agrio sudor añejo

Mientras, ellas limpian
sal acumulada en sus dientes
y saliva venenosa, espesa,
de la serpiente