La noche cae, atroz telón
y trae las preconcepciones que desbancan
las palabras tan (mal) pensadas, sólo a veces.
Las calles son putas que traicionan los deseos,
cobijo de ansias, abanderadas del pensamiento lejos.
Plomizo es el vaho del tiempo, como los pasos
a los que no aguardan paseos que,
a menudo, quieren imaginarse eternos.
Sólo anhelo, por fin,
no hay sentencia hoy y, sin embargo,
advertidos los efectos del insomnio,
sentencio
sin recurso al día.
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